Hipertexto

Camilo Ayala Ochoa

Camilo Ayala
Historiador, editor y escritor.
Fundador del Banco de Información de Historia Contemporánea del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Somos lo que tecleamos

¡Es tan sugestivo tener a un historiador como Roger Chartier analizando el presente! Lo hace en escorzo, desde una perspectiva de procesos, y habla de obras o totalidades textuales manejadas como contenidos dentro de un continente cuya percepción está en crisis. 

Hay una nueva revolución conocida como industrias 4.0 que busca la producción en masa de productos personalizados por medio de tecnología digital. En efecto, como observa Chartier, asistimos a la digitalización de las relaciones humanas que trasladan la convivencia al campo de redes sociales y comunidades anfibias e híbridas y adaptan la cultura a prácticas de conexionismo, datificación, pantallización, plataformización, transmediación y automatismo. Esto conlleva la pérdida de la materialidad no sólo del texto sino que nos hace concebir al ser humano como ente incorpóreo y al mundo como intangible. Por eso vemos que en la economía creativa se habla de polimatía y tienen espacio ideas cercanas a la transautoría y el transhumanismo.

Jacques Derrida en De la gramatología1, obra publicada en 1967, escribió: “Si distinguimos el texto del libro, diremos que la destrucción del libro, tal como se anuncia actualmente en todos los dominios, descubre la superficie del texto”. Pero la preeminencia de lo inmaterial que es nuestra vida virtual difumina al mismo texto. Del texto sígnico, que usa figuras significativas, pasamos al hipertexto que remite a discursos más allá del discurso presencial, pero sigue siendo estático o acotado; y pasamos al cibertexto que es el texto que puede engranarse a todos los textos, cualidad líquida como la de nuestra sociedad. 

Para Chartier el presente está hecho de pasados sedimentados. Pues bien, esos sedimentos son ahora líquidos y fluyen; y el futuro del que nuestro presente es sedimento también fluye. En todo eso flotamos sin singladura. Parafraseando un aserto de Borges digamos que “somos lo que tecleamos, y nuestro cibercerebro se transforma a través de los mensajes que introducimos en nuestra mente”.

 

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 Derrida, J., del Barco, Ó., Ceretti, C., & Potschart, R. (1971). De la gramatología (Quinta Edición). SIGLO XXI Editores.