Esta es la historia de un editor y sus obras. Su nombre era Joaquín Díez Canedo. Nacido en Madrid en 1917, llegó a México en septiembre de 1940, y para ese momento ya conocía algo del mundo del libro. 

La investigadora Claudia Llanos, profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, se dio a la tarea de investigar la vida y obra del fundador de Joaquín Ortiz en el libro Joaquín Díez Canedo: trayectoria de un editor, publicado por la Dirección General de Publicaciones y el Instituto Alfonso Vélez Pliego, ambos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, así como Ediciones de Educación y Cultura.

Don Joaquín hubiese querido ser poeta, pero “siempre he tenido una idea demasiado ejecutiva de las cosas” dice, “una como vocación de jefe de otras. Quizá eso se contraponga con la poesía”.

Ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras y poco después al Fondo de Cultura Económica. Empezó desde abajo. Al principio era estudiador y fue aprendiendo los rendimientos de la ortotipografía y con los años ascendió en la jerarquía de la editorial. 

La colección Letras Mexicanas dice “fue idea mía. Otra colección que revivimos fue Tezontle, donde metíamos todo lo que no cabía en las demás”. 

Trabajó en el Fondo cerca de 20 años, luego de los cuales se dio cuenta de que podía establecer su propia editorial. El nombre salía del seudónimo que utilizaba durante la guerra civil española, pues sus padres le escribían con el nombre de J.M. Ortiz. “A mí no me gustaban esos nombres como Nuevo Mundo o cosas así, yo quería un nombre propio para mi editorial”.

El logo lo diseñó el holandés Boudewijn Letswaart. El primer título de la nueva editorial fue Epigramas Americanos, una edición póstuma de la poesía de su padre y la primera colección fue Novelistas Contemporáneos, cuyo diseño fue de Vicente Rojo. 

Los tres primeros títulos nos hablan del nivel que buscó Don Joaquín, Oficio de Tinieblas de Rosario Castellanos, Las Tierras Flacas de Agustín Yáñez y de Jean Cau La compasión Divina. 

Luego apareció la colección de poesía Las Dos Orillas, pero la más conocida de todas fue la Serie del Volador, donde se publicaron textos hoy clásicos de José Agustín, José Emilio Pacheco, Juan José Arreola, Ezra Pound, Samuel Beckett, André Breton. 

Para 1980, Joaquín Ortiz tenía un catálogo de16 colecciones y un total de 482 títulos que hiceron de la editorial un referente obligado para las letras mexicanas. 

El texto de Claudia Llanos, Joaquín Díez Canedo: trayectoria de un editor, es un aporte indispensable para conocer la obra de uno de los editores hispanoamericanos más distinguidos.