Hipertexto

Camilo Ayala Ochoa

Camilo Ayala
Historiador, editor y escritor.
Fundador del Banco de Información de Historia Contemporánea del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
No es cuestión legal, es literaria

En octubre de 1951 el periodista Feder Scherer acudió a una audiencia judicial por un incidente de tráfico con un veterinario y habló en frisio a pesar de que el juez lo culminó a expresarse insistentemente en holandés, fue multado por desacato, pero hubo un disturbio a favor del derecho de la utilización del frisio o frisón. Scherer diría en ese momento “no fue un caso legal para mí, fue una cuestión literaria”, porque para él el lenguaje íntimo, el lenguaje de la madre tenía que ver con el espíritu. Por eso es más que plausible que Jant van der Weg-Laverman lo que está haciendo en los Países Bajos sobre edición de libros infantiles en frisio y jornadas de literatura Frisia.

Vimos en los Países Bajos durante los últimos años por falta de fieles muchas iglesias que se demolieron, otras se formaron en bibliotecas, librerías, restaurantes y edificios de departamentos, nos admiramos además del cierre de cárceles por falta de presos, sin embargo ahora tenemos el fin de bibliotecas por falta de fondos o por la sustitución del formato papel por el medio electrónico, a la larga los acervos bibliográficos serán sustituidos por repositorios electrónicos y el préstamo bibliotecario será en pura pantalla. No es algo para asustarse, pero debe alertarnos por la posible pérdida de contenidos y ha sucedido en algunas bibliotecas y hemerotecas que aportaron por la microfilmación y destruyeron ejemplares en papel, al dañarse el microfilm, se quedaron sin lo uno y lo otro. Otra cuestión interesante que menciona Van der Weg es que en los Países Bajos existen sindicatos de autor. Las asociaciones de escritores incluyen a guionistas, periodistas y traductores. ¿Por qué esta idea no se retoma en países iberoamericanos? En México existen sociedades de gestión colectiva que ofrecen representatividad para la defensa del Derecho de Autor y cobro de regalías, pero un sindicato autoral podría ocuparse de aspectos tales como seguro médico, planes de retiro y fondos de defunción.