Hipertexto

Camilo Ayala Ochoa

Camilo Ayala
Historiador, editor y escritor.
Fundador del Banco de Información de Historia Contemporánea del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Los niveles de lectura

Marianne Ponsford, la directora del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, señaló como fundamento para ese organismo, a la medición de la lectura. Antes comentó que el libro y la lectura ya no son sinónimos y que existe una lectura fragmentada, frágil, dispersa, asistemática, que los jóvenes consideran que los representa. Por eso, la última metodología de medición lectora incluyó internet, más allá de cuántos libros se consumen en los países miembros del CERLALC, Ponsford menciona que lo importante es indagar qué se lee, cómo se lee y cuándo se lee, menuda labor. 

Daniel Cassany, entre las líneas, nos dice que leer en la red es más complicado que en una biblioteca de ladrillo, la complicación es determinar precisamente los niveles de lectura porque el hecho de que los habitantes del mundo pasen en promedio cerca de nueve horas semanales en internet, no quiere decir que tengan experiencias literarias, a menos que se equipare a la literatura con los emoticones. Para José Vasconcelos tenemos libros que se leen estando uno sentado y libros que se leen de pie, los primero pueden ser amenos y entretenidos, los últimos son los que transforman, unos libros olvidamos y otros adoptamos. Manuel Aguilar, el fundador de la editorial Aguilar, subdividió en su autobiografía a los libros en dos grupos: de utilidad práctica y de placer. Umberto Eco habla de dos clases de libros: los que se leen y los que se consultan. Hay pues libros que son herramientas, podemos fabricar con ellos y otros que son instrumentos, los que brindan una sesión artística.

Esa categorización puede trasladarse al ciberespacio, no leemos todo el tiempo que pasamos frente a la pantalla, ni siquiera lo hacemos dentro de los sitios electrónicos de revistas, periódicos y bibliotecas. Si como dice Ponsford escribir a mano desarrolla conexiones neuronales y eso no lo hace el apretar teclas, tampoco contemplar una imagen es igual a decodificar la tipografía.

 

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