Hipertexto

Camilo Ayala Ochoa

Camilo Ayala
Historiador, editor y escritor.
Fundador del Banco de Información de Historia Contemporánea del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
La carrera de los dáctilos

Los antiguos griegos contaban que mientras Rea alumbraba a Zeus asió con fuerza la tierra con las manos y que de las impresiones que dejó nacieron cinco hombres de la mano diestra y cinco féminas de la izquierda. Ellos eran los dáctilos. Uno de los varones, Heracles, retó a sus hermanos a una carrera e inauguró los juegos olímpicos. Esta fábula se contaba ilustrada con el tamborileo de los dedos, que excluía al pulgar, y la carrera de los dáctilos siempre era ganada por el dedo índice, que personifica a Heracles, sobre el anular, el cordial y el meñique.

En latín los dedos eran digitus, que viene de la raíz indoeuropea deik, que significa señalar y apuntar. Con los dedos se muestra y se numera. El lenguaje de las computadoras o de máquina utiliza dos símbolos, cero y uno, y es llamado también código binario. Son dígitos porque cuentan, señalan, comunican.

Nuestro mundo natural se muda al digital y la producción de las universidades, incluyendo las monografías y artículos académicos, va incorporándose a repositorios con la idea de hacer accesibles los contenidos. La Universidad Veracruzana, como nos explica Martha Ordaz, está construyendo una cultura digital no sólo a través de la Biblioteca Digital de Humanidades. Hay esfuerzos por desvanecer las fronteras entre los autores y los lectores y brindar a los estudiantes herramientas de post-alfabetismo.

Más allá de los afanes de preservación y difusión, en el fondo lo que estamos trasladando es nuestra forma de vida. En digital leemos, escribimos y aprendemos y, en algunos años, nuestro ser tendrá más relación con lo virtual que con lo natural.

La humanidad pasó de ser ológrafa, que produce manuscritos, a apógrafa, que distribuye copias de originales, y está en camino a ser ágrafa, suprimir la escritura. Pasamos de ser amanuenses a letraimpresionistas y nuestra cultura actual se construye con intangibles. 

El futuro está en nuestras manos pero, como en la fabulada perpetua carrera de los dáctilos, sólo lo digital tiene la ventaja.