Hipertexto

Camilo Ayala Ochoa

Camilo Ayala
Historiador, editor y escritor.
Fundador del Banco de Información de Historia Contemporánea del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Cibereditores y editores 2.0

La Universidad de Padua alberga el anfiteatro anatómico más antiguo y extraordinario. Es un embudo de madera con bancas en las gradas, tan estrechas como para no dejar caer al suelo a los estudiantes que afectados por el olor o su sensibilidad podían desmayarse al asistir, por horas, a la disección de un cadáver en la mesa del fondo.

Esa arquitectura de aprendizaje tiene su correspondencia en los fondos editoriales universitarios que diseccionan al ser humano y a la humanidad, es decir lo desmenuzan, analizan y referencian sus partes. A través de libros, nos asomamos a honduras y abismos que a veces producen vértigo. Los estatutos de la Universidad de Padua, que proceden del siglo XIII, indican que sin ejemplares no hay universidad. La cultura libresca es ontológicamente universitaria.

La complejidad creciente del sistema librero responde a nuevas actitudes en la generación y adquisición de conocimientos, nuevos entornos tecnológicos y nuevas prácticas lectoras, como la multimedial o hipermedial, vigentes hoy en día. 

Por eso es tan importante la labor de capacitación permanente de los editores universitarios, que coordina Guillermo Chávez en la UNAM. Es toda una reeducación. Al fin y al cabo, la ley de Revans nos dice que “Para sobrevivir, un sistema educativo debe aprender al menos a la misma velocidad con la que cambia su entorno”. 

Sin embargo, debemos tener claro que la edición universitaria no puede cambiar ante la tecnología digital y la cultura digital, porque es parte de ese mundo. Los ahora cibereditores de libros universitarios y editores 2.0 de revistas académicas deben estar conscientes de que son constitutivos de cambios.

No se trata de dotar de herramientas a los editores, para eso hay tutoriales y visualizaciones, sino de enseñar a los editores nuevos modos cognitivos para que aprendan, convivan y diseñen en su entorno conectivo-digital y colaborativo.

Una editorial sin razón, una editorial sin sentido, una editorial sin mirada, es una editorial sin futuro.