Blanco y negro

Revistas científicas: urge el adiós al papel

Muy interesante, pero sobre todo muy necesaria la charla que sostuvo el día de hoy Sofía de la Mora con Margarita Ontiveros, responsable del Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica, CONRICyT, dependiente del CONACyT, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, como casi todos lo sabemos. De entrada me gusta su acotación: “la revista científica es altamente especializada y publica el avance del conocimiento nuevo”, no es revista de divulgación, no es revista de información general, no es revista de entretenimiento, esto la restringe a lectores especializados, interesados por conocer lo que hacen sus colegas en otras partes del mundo y no sólo en el cubículo de al lado o de enfrente, uno de los objetivos que se fijó el Presidente para este sexenio fue de transformar a formatos digitales, mucho de lo que todavía se hace en papel, en este barco no sólo están los trámites a los que podemos atribuir buena parte de la tala de los bosques, sino también libros y revistas científicas, muchas de las cuales ni siquiera están indexadas y se mandan a imprimir en alto volumen.

Me gusta también la claridad de Margarita por lo que atañe a la publicación digital desde el ámbito científico, no se trata de PDFs resultado de publicaciones pensadas originalmente en papel, como muchos ya van al libro electrónico, sino de publicaciones muy dinámicas, entre cuyas variantes podemos encontrar a la edición en HTLM5 en permanente actualización, esta manera junto con la indexación adecuada permitiría que el conocimiento se difunda de manera real y no de a mentiritas y para que se dejen de ejercer presupuestos en tirajes de pánico, porque si no se pierde el recurso, algo tan común en muchas de nuestras universidades. En la digitalización de las publicaciones y la indexación adecuada en los repositorios, está la clave para que el trabajo científico en México abandone su faceta endogámica que no lo hará publicando algo en papel, en tirajes altos. Orientar los recursos para nuevas formas de producción editorial será necesario en esta enorme tarea que tiene el CONRICyT.