Blanco y negro

Lectura al alcance de todos: México en el espejo de Perú

Qué interesante panorama de la edición peruana nos fue presentado en esta entrevista, con grandes pinceladas, tuvimos un acercamiento a lo que es el presente del libro en Perú y lo que fue en su pasado inmediato. A través de ese espejo, me quedo con la sensación de que en México fuimos muy visionarios, pero en algún momento del camino, nos estancamos. 

Por supuesto que después de esta conversación y de las elogiosas palabras del editor y autor Mauricio Málaga, sobre algunos autores de culto peruanos, menos conocidos que su premio Nobel, pero de gran arraigo popular, leeré con gusto a autores como Osvaldo Reinoso, sin embargo, lo que llamó mi atención de esta charla, fueron las coincidencias entre lo que está sucediendo con el panorama editorial peruano y lo que acontece en México, similitudes mediadas por una barrera del tiempo.

El hecho de que no haya libros de texto gratuitos en Perú, y que se den fenómenos en los que las editoriales impongan, vía contratos escolares, para que los padres adquieran libros en función de precios poco regulados, nos obliga a realizar una crítica en cuando menos dos frentes: primero, este fenómeno, en menor medida, ya opera en México en el nivel secundaria y preparatoria. Segundo, los libros de texto deben ser extremadamente cuidadosos en su manufactura, para que no se presenten errores como los otros años, me refiero a los libros de texto gratuitos. Los populibros peruanos que en los sesenta fueron todo un éxito, han sido una constante en sus versiones editoriales mexicanas, en ellos han intervenido tanto la empresa privada, como el estado, a través de organismos como el IMSS, la SEP, y el Sistema de Transporte Colectivo Metro, aunque a nivel federal esta iniciativa por promover la lectura y la divulgación científica ha mermado significativamente. Me parece que la autocrítica que se hicieron los chilenos al compararse con el modelo peruano debe aplicarse a México, con relación al empuje que tiene la edición peruana, nos pasa como a Chile, estamos en una suerte de recesión editorial. En el pasado, a Perú le afectó el lastre de las dictaduras militares o civiles como la de Fujimori, en México me parece que la crisis está relacionada con la endémica corrupción que padecemos y una falta de organización en el gremio.

Toda proporción guardada, parafraseando al entrañable personaje de conversaciones en la catedral, no me gustaría que llegara el momento en el que tuviéramos que preguntarnos ¿en qué momento se jodió la edición mexicana?1

 

1 Con la gestión de Pacao Ignacio Taibo 2 al frente de FCE, hay ciertos visos de no caer en el pesimismo del personaje de Vargas Llosa.