La puesta en página

Alejandro Tapia Mendoza

Alejandro Tapia
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas, Maestro en Gestión de Diseño, profesor, investigador y autor de textos académicos.
Profesor-investigador del Departamento de Teoría y Análisis de la División de Ciencias y Artes para el Diseño de la UAM-X.
La gestión de contenidos en la labor de una editora

La participación de una editora como Anne Marie Métailié en esta entrega radiofónica dedicada a entender los procesos editoriales, es significativa por dos razones: primero, porque corrobora el significativo papel que las mujeres desempeñan en este campo, realizando un trabajo intelectualmente muy activo. La segunda, es porque su antecedente como colaboradora en el equipo de investigación sociológica de Pierre Bourdieu y Alain Touraine, hace pensar en la oportunidad que tuvo de percibir cómo se construyen las hegemonías culturales en una industria clave como es la lectura. 

La lectura sin embargo no puede construirse sólo desde un mundo. Es preciso abarcar las diferentes lenguas, los diferentes puntos de vista, las diferentes culturas. No es sólo un asunto de temas o ideas, sino de plasticidades, de formas de contar, de versatilidad ontológica. 

Los libros establecen relaciones nuevas para los campos de pensamiento, se tocan entre ellos, a veces con sus insólitos puntos de contacto, y por ello el sistema debe ser abierto y plural: esto es lo que distingue a la editorial Métailié, que ella fundó en París para dar cuerpo a este principio, respetando ese derecho de los lectores de asistir a una librería y encontrar una veta nueva que no esperaban encontrar.

Anne-Marie es una editora que funciona dentro del modelo clásico: alguien que busca contenidos intelectualmente originales que ofrezcan nuevas perspectivas a los lectores, textos que estimulen el movimiento en el campo cultural, es decir, su idea es producir libros que proporcionen descubrimientos, buscando dar seguimiento a los autores que publica para sembrar líneas que puedan mantenerse en el tiempo. Ello significa partir de una necesidad permanente de apertura, curiosidad y voluntad de movimiento, sin menoscabo de la calidad con la que las publicaciones deben ser realizadas. Por supuesto esa actividad implica asumir los riesgos propios de la aventura, pero a la que hace frente a partir de su propio capital cultural como lectora. Tal vez ese modelo de editor está hoy enfrentando fuertes desafíos con las tecnologías y la globalización comercial de los mercados, pero hasta ahora, en pleno auge del internet y de las mercadotecnias especializadas, un trabajo como el de ella sigue a flote con bastante solvencia, y ello no puede ser sino algo estimulante.