Blanco y negro

Agobio o placer en el cambiante sistema editorial

Los editores discutimos mucho las maneras en que impactan en nuestro quehacer las formas salvajemente mutantes de la tecnología; discutimos cómo nos afecta en nuestras formas aprendidas de recepción, corrección, diseño, puesta en página, distribución y gestión de lo que hacemos. Discutimos también que estas formas mutantes impiden la correcta planeación y procuramos adaptar y adoptar saberes adquiridos, así como nuevas herramientas de trabajo y vincularnos con nuevos e indiscutibles actores y canales de amplificación y distribución de contenido.

Lo cierto es que una vez que hemos avanzado un trecho, surgen nuevas herramientas, dispositivos, programas y modos de almacenamiento que parecieran volver obsoletas las formas de trabajo aprendidas y aplicadas a estos nuevos proyectos. Si vemos esto como a una condena al estilo de Sísifo creo que estamos destinados al sufrimiento o al pesimismo, sin embargo, tenemos que cambiar el enfoque.

Michael Bhaskar autor de una teoría de la edición contemporánea, nos advierte: “La edición es acomodaticia, es una actividad que siempre cambia, los editores a veces no llegan a comprender la inestabilidad de su profesión a largo plazo” Quizá el secreto, pienso ahora, es entenderla en el corto plazo, en la práctica misma. 

Cuando uno descubre, como yo lo acabo de hacer en este programa, las múltiples formas de trabajo editorial que un académico como Toño Paoli, yo también lo tuteo con cariño y respeto, incorpora en la práctica, vemos que es posible editar sin tanto agobio.

La labor editorial de Paoli se vincula a los procesos de Chiapas, la paz, la niñez indígena, la educación y el rescate y preservación de nuestras lenguas madre. Recuerdo que un lingüista me decía que el español es una lengua padre autoritaria y monolítica que se reconcilia con el saber infinito que siempre es compartido con el viaje de construir e ir aprendiendo en el camino y resolviendo los escoyos.

El objetivo ya lo sabemos, más que llegar a Itaca es disfrutar las aventuras del viaje y mientras las calamidades del editor llorón las leemos, las escuchamos y a veces hasta nos contagiamos de sus plañidos, personas como Toño Paoli nos descubren que el secreto está en la acción constructiva. De qué manera si no es de esa, un maestro comprometido con la difusión de su trabajo nos enseña desde un ángulo muy distinto cómo transitar por la decisión de partituras ilustradas, la producción y grabación de música, la producción de libros y cuadernillos ilustrados, la distribución en múltiples modalidades que van desde lo impreso hasta lo digital facilitando descargas desde la nube o la aventura de montar un estudio de grabación en medio de la selva. La edición es un actividad histórica, cambiante, es entonces cuando las palabras de Bhaskar cobran sentido frente al vértigo del cambio tecnológico: “Sean cuales fueren las revoluciones tecnológicas o económicas que experimentemos, en tanto haya demanda de contenido, la edición desempeñará un papel estructural necesario en la satisfacción de dicha demanda” 2

Referencia:  

1 Bhaskar, Michael. (2014). La máquina de contenido. Hacia una teoría de la edición desde la imprenta hasta la red digital. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica.

2 Ibid